Tal vez llevéis un tiempo preguntándoos…”Bueno, ¿y yo no puedo ser su amigo?, ¿uno más de la pandilla?.
Pues no…¡pero eso no es nada malo! Vamos a ver, lo primero que debéis entender es que un niño necesita a ambos: a sus amigos y, por supuesto, a sus padres. Pero atentos a esto: por su vida pasarán montones de amigos, muchos de los cuales irán quedándose por el camino; pero solo vosotros seréis sus padres, desde el principio hasta el final.
La función de padres conlleva unos deberes imposibles de conciliar con el rol de amigo. Pero esto no significa que no podáis tener una magnífica relación con vuestro hijo, compartir aficiones y tiempo juntos, etc. Es más, ¡debéis esforzaros en lograrlo!
En el terreno de la amistad vuestra tarea como padres no consiste ni en ser sus “colegas” ni en escoger por ellos a quienes serán sus amigos. Debéis ayudarles en la difícil labor de descubrir y fomentar en familia el verdadero significado de la amistad, concienciarles de lo importante que es tener amigos y aprender a respetar a los amigos como son.
Para que pueda seguir viendo a sus amigos más allá de las clases y el recreo, debéis ingeniároslas para generar a lo largo del curso situaciones que faciliten que las amistades de vuestro hijo se mantengan vivas. Por otra parte, estaréis demostrando que os interesáis por él y por sus amigos, lo cual os agradecerá.
Rosa María Martínez Párraga
Orientadora Escolar
Hace 3 meses
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